Con motivo del 80 cumpleaños del cocinero Salvador Gallego, uno de los grandes de la cocina española y madrileña, el chef Mario Sandoval ha organizado un maravilloso homenaje en compañía de otros grandes de la cocina como Pedro Olmedo, José Luis Estevan, Salvador Gallego Jr, Sacha Hormachea, Nino Redruello, Stefan del Río o Pedro Larumbe.
Salvador Gallego fue el último gran chef que tuvo la Casa de Alba en la década de los setenta del pasado siglo, pero fue mucho más según se puede ver en el libro La Cocina de Salvador Gallego, el cuál tuve el honor de escribir a petición del cocinero y que ahora, repasándolo, me parece muy solvente, como todo lo que Salvador toca.
El libro no se llegó a vender, lo financió Mapfre y mirándolo hoy sorprende su modernidad, además de la biografía del cocinero, en la que queda claro que el hijo de Salvadora, la cocinera de los Marqueses de las Ramblas, determinaría su futuro profesional, trabajando en lugares tan importantes como el Hotel Regina o el restaurante El Coto. Fue cocinero habitual de las cacerías por su virtuosismo en la elaboración de platos de caza. Su espíritu inquieto le llevó al restaurante The Bear en Humgerford en Reino Unido. En 1968 comenzó a trabajar en la cocina del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, dos años después en la Casa de Alba. En 1975 pasó a formar parte de la plantilla del Café de París, en Biarritz.

Finalmente decide montar su propio restaurante, Medinaceli, junto a sus hermanos, años después y tras cerrarse el establecimiento en 1984 comienza a trabajar a bordo de cruceros turísticos rusos en la naviera Morpasflot y un año después crearía junto a su mujer el 5 de julio de 1985 El Cenador de Salvador, que en la actualidad lleva también su hijo, que en 1993 recibió una estrella de la Guía Michelín. Un restaurante ubicado en la sierra madrileña, en Moralzarzal, muy elegante, rodeado de naturaleza y especializado en platos clásicos llenos de sabor y elegancia.
Su labor docente a través de su propia escuela de Hostelería ha ayudado a formar multitud de buenos cocineros que no han querido perderse su más que merecido homenaje.